Hasta el año pasado circulaba en Internet una imagen de "el antes y el después" del retoque digital de una conocida actriz que hacía una campaña gráfica de ropa interior. El antes era la toma "cruda". Y el después, el resultado obtenido luego del "retoque cosmético". Vistas así, una al lado de la otra, la imagen manipulada ofrecía una visión irreal de un cuerpo femenino real. La piel tenía una tersura que no puede encontrarse en ninguna raza del planeta, a ninguna edad posible. Los pliegues de los miembros eran casi imperceptibles. La cintura había sido angostada y el busto, aumentado. La lozanía del rostro era sólo comparable con la de una muñeca de porcelana .
(Ampliar LaNación)