La Universidad de Texas, en Austin, ha comprado el archivo personal del premio Nobel colombiano Gabriel García Márquez y se convertirá en el lugar para que académicos, estudiantes y admiradores puedan consultar fotografías, manuscritos, notas y correspondencia del autor a partir del año próximo.
El fondo ya está siendo transportado a Estados Unidos, adonde está previsto que llegue esta semana. Stephen Enniss, director del centro de investigación en Humanidades de esa facultad, el Harry Ransom,asegura que la negociación para adquirir el archivo comenzó a finales de 2013, cuando el escritor todavía estaba vivo. La librería Glenn Horowitz representó a la familia del autor en la venta. “Visité México [donde García Márquez falleció y donde había pasado las últimas décadas de su vida] en julio de este año para examinar el archivo de primera mano”, cuenta Enniss. “Está en excelente estado”, explica.
El director del centro Harry Ransom asegura que García Márquez “en general, no tenía copias de sus cartas, pero hay muchas que recibió de políticos y escritores”, por eso cree que “a la hora de estudiar su vida y obra, sus conexiones internacionales dicen mucho de lo que fue su trabajo”. En el archivo destacan los borradores de una novela inédita del autor, En agosto nos vemos, así como investigaciones para El general en su laberinto y una copia mecanografiada y marcada de Crónica de una muerte anunciada. “Los materiales documentan la gestación y los cambios en la obra de García Márquez y revelan sus luchas con el lenguaje y la estructura”, detalla el comunicado difundido por el propio centro académico. “Estamos planeando organizar un simposio en otoño de 2015, cuando se abra el archivo para la investigación”, adelanta Enniss sobre los planes de futuro del material, que incluyen la digitalización de partes de la colección para que el público general los pueda consultar también.El material incluye manuscritos originales de una decena de libros —Cien años de soledad, El amor en los tiempos del cólera y Memoria de mis putas tristes, entre ellos—; más de dos mil cartas, incluidas algunas de Carlos Fuentes y Graham Greene; borradores de su discurso de aceptación del premio Nobel de literatura en 1982; cuatro decenas de álbumes de fotografías, las máquinas de escribir Smith Corona, ordenadores y álbumes de recortes de periódicos de Latinoamérica y del resto del mundo. “El Centro tiene un laboratorio de conservación de primer nivel. Podemos guardar materiales de todo tipo: papel, fotos, grabaciones, archivos de computadora…”, afirma Enniss.
En Colombia, la ministra de Cultura, Mariana Garcés, lamentó que la documentación termine en Estados Unidos. “Es una lástima no tenerlo”, declaró a la agencia Efe. Otro de los hijos del escritor, Gonzalo García Barcha, dijo a la emisora colombiana Blu Radio que “el Gobierno colombiano nunca se hizo presente ni hizo ninguna oferta”.El Centro Harry Ransom alberga también el material de escritores como Jorge Luis Borges, William Faulkner y James Joyce. “Estamos encantados de que el archivo de Gabo viva en el gran y único Centro Ransom, donde generaciones de estudiosos y amantes de su trabajo podrán profundizar su aprecio y comprensión de su vida y su legado literario”, afirma el hijo de García Márquez, Rodrigo García, en el comunicado.
Sin embargo, el ministerio de Cultura asegura que a finales de 2013, el Gobierno delegó en la directora de la Biblioteca Nacional, Consuelo Gaitán, la tarea de comunicarle a la familia del Nobel su interés en que el legado del escritor reposara en Colombia. “En las ocasiones en que el tema fue abordado por parte de la Directora de la Biblioteca, la familia manifestó su voluntad por aplazar cualquier tipo de determinación sobre el particular”, dice un comunicado. Aun así, el Ministerio dijo respetar la decisión de la familia, aunque insistió en que la Biblioteca Nacional está en la capacidad de conservar y digitalizar este tipo de archivo. Informa Elizabeth Reyes.