Capital generadora y consumidora voraz de tendencias,
Londres reinventa los códigos de la moda antes incluso de que esta llegue a la
pasarela: a pie de calle y desde las propias escuelas. El nuevo movimiento ya
tiene nombre: ‘upcycling’ (que es la última vuelta de tuerca al reciclaje en
diseño) e incluso su propia generación, conocida como wasted youth (o juventud
perdida, en referencia a las toneladas de tejidos y prendas que cada temporada
se desechan en la industria textil). Si Vivienne Westwood lideró la costura
punk en los años 70, hoy la nueva mesías visionaria es Orsola de Castro,
fundadora de la firma sostenible From Somewhere y organizadora de la plataforma
Estethica, la iniciativa de moda ética (y estética) del Consejo Británico de la Moda. Bajo el lema
«nada es lo que parece», hoy en Londres incluso las sábanas de los hospitales
tienen una segunda vida, convertidas en camisas. «Una idea genial desde el
punto de vista comercial», asegura De Castro. Y una lección que este curso han
puesto en práctica también los estudiantes de segundo grado de Central Saint
Martins. Los últimos graduados –con Christopher Raeburn a la cabeza– predican
con el ejemplo en la
London Fashion Week. Sus colecciones convierten paracaídas
del ejército en las codiciadas prendas.
Se compra… en macrotiendas
La respuesta londinense a la austeridad que marca el pulso
económico y estético de Europa continental es la apertura de nuevos (y más
grandes) espacios de moda. Londres es la ciudad que todas las firmas incluyen
en sus planes de expansión para 2012: Adidas, con su primera tienda dedicada en
exclusiva a la firma que diseña Stella McCartney; Temperley London, que abrirá
sus puertas en noviembre en un edificio georgiano; el gigante de la lencería
Victoria's Secret, que desembarca en Bond Street el próximo 25 de julio; los
almacenes Liberty, que han inaugurado una gigantesca pop-up store para celebrar
los JJ OO (solo hasta el 12 de septiembre); e incluso Victoria Beckham, que ya
ha confirmado que está buscando local en la capital.
Se inventan… grafismos
Londres experimenta un renacer. Y lo hace a golpe de
gráficos. Nuevas técnicas de estampado, colores futuristas, ilustraciones en
3D... Estos códigos inundan vestidos, cuadros y esculturas. El movimiento está
relacionado con la Semana
de la Moda de
Londres; diseñadores como Mary Katrantzou y Peter Pilotto decoran sus
propuestas con gráficos desde hace varias temporadas. El museo Victoria &
Albert lo celebra con colaboraciones de modistos (como Hussein Chalayan) y
artistas (como Jeremy Deller) en ‘Britain
Creates 2012’
(del 6 al 29 de julio). La exposición ‘The Queen’ (en la National Portrait
Gallery hasta el 21 de octubre) reúne 60 obras sobre Isabel II donde la
tradición (los retratos de Cecil Beaton) se aúna a las nuevas tecnologías (los
cuadros de Justin Mortimer). Lo gráfico está en auge. Algo que dejan claro
otras dos exposiciones: la retrospectiva sobre Damien Hirst en la Tate Modern (hasta el
9 de septiembre) y la muestra ‘British Summer Time’ de la pintora Lisa Creagh
(hasta el 11 de agosto).
Se come...bio & ‘green’
La capital de los pubs se divorcia de las salchichas con
mashed potatoes y se vuelca con la comida sana. Muchos se pelean por obtener
una reserva en el restaurante pop up Roganic, que cerrará dentro de un año.
Situado en Marylebone, ofrece dos degustaciones de seis y 10 platos cada uno,
que –dicen– es el paraíso de los vegetarianos. La cocina bandera en esta nueva
tendencia es la peruana y los restaurantes con ceviche comienzan a brotar por
toda la ciudad: Shrimpy’s, en King’s Cross, y Ceviche, en el Soho, son dos de
las enseñas de la cocina andina con influencia asiática. En el otro extremo,
igualmente sano, se sitúa la tendencia kilómetro cero, que practica Brawn
(www.brawn.co) con su menú basado en materias primas locales y de temporada.
Se duerme… ‘kitsch’
Es más fácil encontrar entradas para las citas deportivas
que alojamiento. Pero aún quedan opciones. Lo último son los hoteles kitsch que
han logrado desbancar los espacios vanguardistas de diseño. Habitaciones con
decoración que combina lo retro con imaginación del siglo XXI, como las del
Rough Luxe Hotel, o camas con dinteles cargados de simbología, como las del The
Zetter Townhouse. El lujo al extremo se encuentra en casas privadas, que pueden
reservarse para vacaciones, como las que selecciona hestergray.com. Una
alternativa que también tiene su versión para presupuestos más ajustados en
barclayhouselondon.com
Se crean… historias
El mundo editorial se muerde las uñas esperando The Casual
Vacancy, la primera novela para adultos de J. K. Rowling. Se publicará el 27 de
septiembre y su autora promete una comedia negra, muy diferente de sus trabajos
anteriores. Otra escritora, la dramaturga de 35 años Laura Wade, está agitando
el londinense Royal Court Theatre con su última obra, Posh [pijos]. La
producción recrea una sociedad secreta en una universidad de élite,
sospechosamente parecida a The Bullingdon, un club al que pertenecieron el primer
ministro británico David Cameron, el ministro de Economía George Osborne y el
alcalde de Londres Boris Johnson. Para recabar información, Wade tuvo que
luchar contra el juramento de silencio de los exmiembros. Nadie se la quiere
perder. El cine británico también está en racha y la versión para la gran
pantalla de Los miserables, dirigida por Tom Hooper –ganador del Oscar por El
discurso del rey– y protagonizada por Anne Hathaway, está causando máxima
expectación.
Se generan… movimientos
Lo nuevo es olvidarse del escenario y ser a la vez actor y
espectador. Compañías innovadoras de teatro participativo como You Me Bum Bum
Train ofrecen una experiencia única en la que se puede acabar atracando un
banco, sirviendo kebabs tras la barra o presentando tu propio programa de
televisión frente a una audiencia. Aunque, según el bloguero de tecnología
James Bridle, lo último es analizar las consecuencias que ha tenido la
presencia digital en nuestras vidas. Lo recoge en su web
new-aesthetic.tumblr.com. La biblia de esta nueva estética es la revista DIS.
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