El hombre que clandestinamente delató al presidente estadounidense Richard Nixon en el escándalo conocido como Watergate, cuya identidad se escondía hasta hace tres años detrás del apodo Garganta Profunda y quien resultó ser el enton-ces subdirector del FBI, Mark Felt, falleció ayer a los 95 años.Murió por insuficiencia cardiaca congestiva, informa John D. O’Connor, el amigo de la familia que en 2005 escribió el artícu-lo que expuso su secreto
Su muerte, en un centro de salud cerca de su casa en Santa Rosa, California, fue confirmada por su hija, Joan Felt, y su nieto, Nick Jones, a varios medios estadounidenses, incluido The Washington Post.Serie de notasFue este diario el que publicó, en 1972 y 1973, las filtraciones de Garganta Profunda al entonces reportero novato Bob Woodward, quien, con su colaborador Carl Bernstein, destapaba el escándalo del allanamiento de unas oficinas en Was-hington del Partido Demócrata durante la campaña electoral de 1972.Las primicias que el rotativo estadounidense, gracias a Felt, iba publicando un día sí y otro no, impulsaron la dimisión de Richard Nixon, en 1974.
Irónicamente, el propio Felt fue condenado, en 1980 (tras un juicio en el que Nixon dio testimonio en su defensa), por haber autorizado 9 allanamientos.Unos meses más tarde, Felt fue indultado por el presidente Ronald Reagan.La identidad de Garganta Profunda fue conocida sólo por Woodward. Sin embargo, el propio Felt, a instancias de su hija Joan, re-veló su secreto en 2005, a propósito de una entrevista que publicó la revista Vanity Fair.
LA HISTORIA LO JUZGARÁ“Yo soy el tipo que solían llamar Garganta Profunda”, dijo en 2005 Mark Felt a John D. O’Connor, autor del artículo que causó revuelo. Los críticos, incluyendo quienes fueron a prisión por el escándalo Watergate, lo llamaron traidor por engañar al comandante en jefe. Sus admiradores lo entronizaron como héroe por exponer a un gobierno corrupto que realizaba acciones encubier-tas para sabotear a los adversarios políticos.
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