"Durante la Segunda Guerra Mundial, la partida masiva de soldados al frente dejó a las mujeres sin más alternativa que calzarse el overol y ocupar sus lugares en las fábricas. En una época donde la plata flaqueaba, la venta de lápiz labial seguía firme. Las mujeres tuvieron que lidiar con torno y sumarse al engranaje industrial. Podían ocultar sus curvas debajo de un uniforme grasiento, pero jamás resignarían su labial: fue su resistencia.
Pasaron cien años desde que al norteamericano Maurice Levy se le ocurrió una genialidad: colocar la pasta dentro de un tuvo metálico al que le sumó un dispositivo que permitía subir el labial a medida que se iba usando. Así, las mujeres se ahorraban ir con un pincel y evitaban que la pasta terminara desparramada por toda la cartera. Desde entonces, el lápiz labial se convirtió en el cosmético más vendido. En 1950, Revlon lanzan “Fire & Ice”, su primer labial que aún sigue a la venta. Sólo Avon vende uno cada cuatro segundos en todo el mundo y tiene más de 400 tonos.
La fascinación por los labios pintados existe desde siempre. Las primeras mujeres con sus bocas rojas aparecieron 5.000 años antes de Cristo, en la Mesopotamia. Lo usó Cleopatra, quien machaba escarabajos rojos para seducir a Julio César. Y también la reina Isabel I de Inglaterra, quien, además, lo combinó con talco en la cara para verse más pálida y se ánimo a usarlo después de que la Iglesia prohibiera su uso durante la Edad Media. Lo consideraba cosa de brujería..
En 1770, el Parlamento británico, en cambio, afirmó que un hombre podía pedir que anularan su casamiento si la mujer lo conquistaba maquillada. Para entonces, el maquillaje ya era cosa de prostíbulos y mala fama.
Pero a fines de 1800, el mundo empezaba a transformarse. Guerlain lanzó su primer labial y las mujeres de labios rojos se plantaban para desafiar la mirada machista. Hasta que Levy, consiguió un envase tan práctico que lo volvió un habitante habitual de la cartera.
“Los labios son la zona erógena por excelencia, es un llamado a la mirada del otro. Una mujer que tiene conexión con lo erótico va a apelar al maquillaje”, señala la psicoanalista Any Kriegger..
La maquilladora Mabby Autino cuenta que fue recién a partir de los 60 que el rojo perdió su reinado: “Empezaron los tonos rosas casi blancos y perlados, y el boom se hizo mayor. Pero el rojo Kiss me, sigue siendo uno de los más vendidos de mi marca”.
“Si le damos el color correcto a cada mujer, conquistará el mundo”, dice Milagros Lira, de Avon. Desde la nena que, por primera vez se anima a robarle el “pintalabios a mamá, hasta la abuela que de tanto pintárselo ya sabe de memoria sus contornos, el labial es parte de una historia escrita por mujeres ".
via clarin
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