23 ago 2009

“Puedo resistirlo todo, menos la tentación”

Santificación tardía
Con su afrentoso ingenio, su claro desdén por las figuras de autoridad y su estilo de vida abiertamente homosexual, Oscar Wilde es lo menos parecido a una figura querida por la Iglesia Católica. Perseguido y encarcelado por su sexualidad, los militantes por los derechos gay idolatran desde hace tiempo al escritor del siglo XIX como uno de los suyos. Pero parece que el Vaticano está igualmente enamorado del genio de Irlanda. En una encendida reseña de un nuevo estudio sobre Wilde realizado por el escritor italiano Paolo Gulisano, L’Osservatore Romano –diario oficial del Vaticano– ensalza al dramaturgo irlandés llamándolo “un esteta y un amante de lo efímero”. Por supuesto, se le presta muy poca atención a la bien conocida relación de Wilde con Lord Alfred Douglas, y el juicio por sodomía que lo sentenció a dos años de trabajos forzados en la prisión de Reading. En su lugar, la reseña del diario elogia a Wilde por su “lúcido análisis del mundo moderno” y su eventual conversión al catolicismo en su lecho de muerte. "

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12.

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