Michel Maffesoli

El sociólogo francés Michel Maffesoli asegura que, tal y como ocurrió en los siglos III y IV de nuestra era, en plena decadencia del Imperio Romano, estamos en una sociedad "politeísta", con infinidad de líderes carismáticos capaces de atraer a las masas, pero de "naturaleza efímera".

Maffesoli, autor del libro Iconologías. Nuestras idolatrías postmodernas, se refirió ayer a conocidas figuras de la política actual, como Barack Obama, Hugo Chávez, Nicolás Sarkozy o Silvio Berlusconi, como "esos pequeños dioses" para nada comparables con la idea de "un mesías". "La diferencia con la imagen de un mesías radica en lo efímero de sus carismas. Es cierto que ahora Obama es, a nivel mundial, el que reúne todas esas características, que se ha convertido en un icono, pero mañana fácilmente puede ser otro", indicó.

El sociólogo francés, considerado uno de los fundadores de la sociología de lo cotidiano, y conocido por sus análisis sobre la posmodernidad y el imaginario, encuentra en la época de la decadencia de Roma un periodo históricamente muy cercano al actual. "En un momento en el que no existía la tecnología, precisamente ocurría lo mismo. Había grandes y carismáticos em- peradores que no duraban más que tres o cuatro años y luego llegaba otro que tomaba el relevo", aseguró.

De igual manera, a juicio de Maffesoli, la situación contemporánea está plagada de ídolos e iconos en todos los ámbitos, "político, deportivo, musical o religioso", pero todos confluyen en una "misma rápida obsolescencia", por eso se produce "el fenómeno del politeísmo". Y así camina el mundo, según el sociólogo, inmerso en "una espiral, en la que la sinergia entre los iconos e Internet es fundamental".

Por eso, en su nuevo libro, Maffesoli dedica varios capítulos al análisis de las nuevas tecnologías y las redes sociales como Facebook, Second Life, My Space o Twitter, entre otras. "El 70% del tráfico en Internet son cosas relacionadas con las emociones y las pasiones y, en definitiva, esos son los iconos", dijo. De acuerdo con el concepto de una posmodernidad "sensualista", en contraste con el racionalismo de la época de la Ilustración, el sociólogo y catedrático en La Sorbona desde 1981 insistió en que la vida social actual "no sólo está dirigida por la razón, sino también, y mucho, por los sentidos".