12 mar 2010

Instintos humanos básicos de Chuck Palahniuk

Con un cerebro diseñado para captar la podredumbre social, Chuck Palahniuk saca a pasear su pluma afilada y corrosiva en "Snuff", una novela ambientada en la industria del porno y que "destila la existencia humana a sus más básicos instintos".

"La pornografía es atractivo físico, placer y todas las consecuencias del sexo, ya sean bebés, amor o herpes", explica a Efe Chuck Palahniuk, que define como "muy tradicional" la ubicación de "una historia romántica" en "un universo hipersexual".

"El porno siempre ha estado entre nosotros, y algunas obras de arte que han pasado a la eternidad se han desarrollado en escenarios que parecían escandalosos para su época", afirma el escritor estadounidense, que cita como ejemplo "esa ópera de Mozart que tiene lugar en un harén, 'El rapto del Serrallo'".

Responsable de textos como "El club de la lucha", "Superviviente" o "Rant", Palahniuk despliega su habitual, destructivo hiperrealismo en "Snuff" (Mondadori), que llega a los escaparates españoles dos años después de su publicación en Estados Unidos.

La ecuación es tan increíble como elemental: una mujer, quinientos hombres y un récord mundial, el del mayor número de actos sexuales consecutivos. Partiendo de esos ingredientes, el novelista presenta una historia de consoladores, cuerpos bronceados, soledad, paternidad y, sobre todo, vidas frustradas.

Cassey Wright es esa mujer de pasado oscuro y presente suicida que, tras muchos años encumbrada a los altares de las películas para adultos, decide acabar a lo grande su carrera en el porno. "Quiere morir porque es lo más cómodo, pero también hay un motivo noble en sus actos", afirma Palahniuk, que a nivel personal no parece tan desencantado con la raza humana como puedan sugerir sus escritos.

"La idea de la confianza empieza en uno mismo, es decir, si tú puedes confiar o no en los demás; si desconfías de todo el mundo, es inevitable que al final te sientas decepcionado", expone este autor de culto y dueño de un oscuro sentido de la alegría: "Me basta que alguien no muera para que me parezca un final feliz".

Con una precisión que envidiaría cualquier cirujano, Palahniuk describe de forma incisiva y en profundidad a Cassey Wright, Sophie y los señores 600, 72 y 137, los cinco personajes que protagonizan su noveno libro. "De todos ellos, la historia más cruel es la del señor 600, un hombre estúpido e hiriente", detalla el escritor.

Aunque plasmados en universos ficticios, los trabajos de Chuck Palahniuk siempre están salpicados de continuas referencias reales, una tendencia de la que no se libra "Snuff".

"Todos recopilamos historias de la vida real para justificar nuestras acciones; Cassey Wright lo hace para mostrar cómo otros actores sufrieron o murieron en la búsqueda del mayor realismo para su arte", manifiesta el autor, que se rebela contra una hipotética falta de truculencia en su última obra.

"La gente no puede esperar que todas mis novelas sean iguales, y me alegro de decepcionar a los que piensen así. Quizás mi próximo libro trate de corderitos y gatitos sonrientes que corretean por un campo de margaritas", bromea.

Mientras "Snuff" llegaba a España, Palahniuk ha tenido tiempo para publicar una décima novela -"Pygmy"- y ultimar los detalles de la undécima, "Tell all", que se editará en Estados Unidos el próximo 4 de mayo.

"Es la historia de una envejecida estrella de cine que se enamora de un joven asesino que la acecha", avanza el literato sobre este "romance lleno de asesinatos" que supone su primera incursión en "los libros de crímenes reales".

Por su parte, las compañías cinematográficas continúan dándose tortas por adquirir los derechos de las novelas de Palahniuk, que se convirtió en una suerte de gurú generacional tras la adaptación cinematográfica de "El club de la lucha", dirigida por David Fincher.

"Parece que 'Nana' va a ser la siguiente, y también he vendido hace poco los derechos de 'Snuff'. ¡Los milagros existen!", proclama.

EFE

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