Hace años, coordiné un Taller de Escritura en el hospital neuropsiquiátrico Borda.
En ese espacio, les pedía a los internos que concurrían, que trataran de escribir algo en las dos horas de nuestro encuentro.
"Uno mas", asi pedia que lo llamemos, se negaba a hacerlo, pero se quedaba en la reunion y me miraba sonriente. "Escribo cuando me viene", repetía reunión tras reunión. Yo lo escuchaba, esperaba "que le venga" la escritura...y nada. Era el único de los participantes que no redactó ni una línea en meses...
En el último encuentro del año apareció con una hojita que me extendió donde podia leerse esta poesia:
Acomodar un día, unas horas
a la mujer poesía,
es como prostituir a un joven
inocente y vivo.
Es como tratar de amar
un tiempo y dentro de ese tiempo
ocupar un lugar
y no un sentido.
Acomodar un día, unas horas
a la mujer poesía
es como matar la voz, la fantasía.
Por que a la mujer poesía
le gusta la sorpresa, lo impensado
lo que nunca se repite
y lo que los poetas llamamos "vida".
Uno mas
Le estoy agradecido a Uno mas, por su maestría, por su humanidad, por su poesía.
Por eso, y como saludo de fin de año, quiero multiplicar su palabra con todos los amigos de Campo Grupal.
Brindo con ustedes, entonces, por la sorpresa, por lo impensado y por la vida.
Román Mazzilli
Método Bleecker
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