20 may 2009

Un RH puro

Rolando Hanglin en La Nación
Bill Gates hijo, desordenado y desobediente, discutía todo lo que se le indicaba. A partir de los 11 años, las trifulcas con su padre fueron resonantes. El padre, un hombre altísimo, de firme autoridad, no lograba que el chico le hiciera caso. Típico: lo mandaron al psicólogo a los 13 años.
-¿Cuál es el problema, querido? -preguntó suavemente el psicólogo.
-Mis padres y yo estamos en guerra -respondió el chico.
-Ajá. ¿Y qué es lo que se discute en esta guerra?
- Sé discute quién manda. Si ellos o yo.

A mi modo de ver, estos padres duros como la roca y generosos como santos (nunca pidieron nada para ellos) transmiten con su conducta un mensaje para papás y mamás de hoy: aunque te digan antiguo, ridículo, autoritario, transmití tus sentimientos. Tus hijos acabarán por escucharte, aunque ya estés en la tumba, como la pobre Mary Gates. La educación también es una batalla que debemos afrontar sin pudor. Atravesando portazos y desplantes, visitas al psicólogo, situaciones que no comprendemos y que no nos gustan. Tesoneramente, hasta el fin.


Tercos, como padres

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